BLANCANIEVES – LA CREACIÓN

LA DIRECCIÓN DE ACTORES EN UNA PELÍCULA MUDA

La dirección de actores es, junto con el guión, el proceso más delicado de una película para que resulte créible de cara al espectador. El cine trata de transmitir emociones (risa, terror, pena, euforia, etc.), pero quien las transmiten no son otros que los propios actores. A través de sus acciones, lo que dicen, su lenguaje corporal y por encima de todo su mirada.

El encargado de que estas emociones traspasen la pantalla es el director. Es una tarea a veces ardua y compleja que requiere mucho talento, confianza y comprensión por ambas partes (director-actor).

Blancanieves es todo un homenaje a los orígines del cine. Una obra muda donde la orquesta acompañará a las imágenes impregnándolas de magia y emoción.

En aquella época, las interpretaciones eran mucho más obvias. Buscando más un trabajo en una gestualidad corporal exagerada y con el enfasis de la música de acompañamiento, que una interpretación contenida. Con el tiempo, y el progresivo conocimiento de las posibilidades que ofrece la cámara, sumado a la maduración de la cinematografía y sobretodo de su público (ávido consumidor y cada vez más exigente), las interpretaciones van cobrando matices más sutiles y más próximos a la vida real.

Pero con Blancanieves nos toca contar una historia jugando con el lenguaje de antaño. Entonces ¿Cómo dirigir actores en una película muda actual? Para Pablo Berger, director de Blancanieves, se le presentaban 2 caminos a la hora de dirigir a los actores. Si Blancanieves es un homenaje al cine mudo, ¿debería dirigir de forma que los actores interpreten más exagerados de lo usual? ¿o tratar de dirigir de una forma realista donde pueda transmitirse todas las emociones a través de la mirada?. Pablo se decantó por la segunda opción.

 

“Opté por aproximarlo desde la verdad. Cuando ensayaba con los actores,  Maribel, Daniel o Macarena, aproximábamos las secuencias como si fuese una película con diálogos, como un drama contemporáneo. La razón es que a finales de los años 20, los grandes directores como Murnau, Dreyer o Sjostrom ya comenzaron alejarse de la sobreactuación de los pioneros del cine mudo y  a acercarse al naturalismo interpretativo.”

 

Pablo Berger es un valiente que ha hecho de su película, Blancanieves, una propuesta diferente, arriesgada y muy interesante.

Habrá que esperar un poquito más para ver el trabajo de Pablo y de los actores en la película.

¡Seguro que vale la pena!