En anteriores post hemos hablado de la Dirección de Arte. Más concretamente de la construcción de decorados como es el caso del carruaje de los enanos.
En este caso abordaremos una función importantísima en rodaje que entra dentro del departamento de arte: la ambientación de las localizaciones.
En el rodaje de Blancanieves hay diferentes localizaciones naturales que conviene ambientar para adaptarse al lugar y a la época que corresponde. En nuestro caso se trata de Sevilla en los años 20.
Cuando se trata de películas de época, es muy importante documentarse bien y empaparse de toda la información posible acerca de la época, las costumbres, la moda, la situación social y política, etc. Textos, recortes de periódicos, fotografías, pinturas, músicas o películas son usadas por el equipo de dirección de arte para acercarse lo más posible a la realidad de aquellos años.
Cuando este trabajo no se ha efectuado correctamente es habitual ver numerosos detalles que no corresponden al lugar o a la época. Los llamados anacronismos o gazapos históricos. Que pueden ser usados a conciencia y resultar muy divertidos, pero este no es el caso de Blancanieves que trata de reflejar con exactitud aquellos años en el sur de España.
Una de las localizaciones más importantes de Blancanieves es la de la Plaza Mayor de Pedraza. Un lugar espectacular que parece un viaje al pasado.
Es básico en fase de preproducción hacer una búsqueda de las localizaciones que se puedan aproximar a la época en concreto. Una calle, un granero, un edificio, un camino, etc. Pero aún así siempre es conveniente acabar de ambientar como es debido las diferentes localizaciones. Desde tapar con arena o adoquines el asfalto de alquitrán, hasta pintar puertas metálicas, ocultar señales de tráfico o borrar cables de tendido eléctrico (esto ya normalmente en fase de postproducción). Así, conseguir crear esa ilusión de que lo que estamos viendo se trata realmente de Sevilla en el año 1920 y nuestros personajes con sus maquillajes, carruajes, atrezzos y vestuarios pasean por esa realidad ficticia que el espectador disfruta.
En Blancanieves tenemos la suerte de contar con un magnífico equipo que nos acerca a esa realidad que nos sumerge de lleno en la historia con esa atmósfera oscura y gótica que Pablo Berger quiere transmitir. Como podemos apreciar los resultados son realmente sorprendentes.
Fotos: Yuko Harami
Podéis comprobar en el este video de Comando Actualidad el cambio de fisonomía del pueblo durante los días de rodaje.
¡Muy bien equipo!